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La economía alicantina “progresa adecuadamente, pero necesita mejorar”

El Informe de Coyuntura Socioeconómica de la provincia de Alicante revela que el 2018 cerró con una mejora en sus principales indicadores como son el empleo, el número de empresas y el tamaño empresarial, pero nuestro crecimiento sigue siendo inferior a la media de España por lo que la desaceleración de la economía española y europea será más evidente en la provincia, lastrada sin duda por la infrafinanciación crónica que arrastra la provincia.
INFORME DE COYUNTURA SOCIOECONÓMICA

La economía alicantina “progresa adecuadamente, pero necesita mejorar”

El tamaño de las empresas sigue siendo una desventaja para afrontar procesos de internacionalización y digitalización

La infrafinanciación crónica que sufre la provincia lastra el progreso económico

El Informe de Coyuntura Socioeconómica de la provincia de Alicante revela que el 2018 cerró con una mejora en sus principales indicadores como son el empleo, el número de empresas y el tamaño empresarial, pero nuestro crecimiento sigue siendo inferior a la media de España por lo que la desaceleración de la economía española -anunciada por organismos internacionales- será más evidente en la provincia, lastrado sin duda por la infrafinanciación crónica que arrastra la provincia dese hace más de una década. El presidente de INECA, Rafael Ballester, ha insistido que esta desaceleración merece además la atención de instituciones públicas y empresas, pues el proceso de crecimiento de la provincia aún requiere de mayores esfuerzos para alcanzar indicadores sociales de más calidad, especialmente en materia de empleo, tanto cuantitativa como cualitativamente.
“A pesar de los esfuerzos, es necesario un mayor apoyo de la Administración a las pymes y micropymes de la provincia. El tamaño de las empresas es una de nuestras desventajas, sobre todo para afrontar procesos de internacionalización y digitalización, y aunque hemos crecido en los últimos años, aún queda recorrido”, ha explicado Ballester.
En líneas generales, el tamaño empresarial crece a un ritmo algo superior que al resto de España, porque en la provincia, nuestras empresas son, en general, pequeñas. Es conveniente por tanto fomentar la creación de clústeres entre las pymes y las micropymes, facilitando así competir en un mercado global con mayor robustez.

Al respecto, el director de Estudios de INECA, Francisco Llopis, ha advertido que los avances que se han realizado ganando en dimensión en los últimos años -de 7,05 empleados por empresa en 2014, se ha pasado a 7,88 en 2018- lo cual ha favorecido la profesionalización de los empleados, la carrera profesional personal y la mejora retributiva, se paralicen por la incertidumbre de la desaceleración económica mundial. No obstante, Alicante ocupa el puesto 31 de 52 provincias en cuanto a tamaño empresarial se refiere.

Situación de la EPA

Del informe también se desprenden los datos preocupantes de la EPA en lo que a la población activa se refiere. Se ha detectado un descenso de la población activa en el conjunto nacional cercana al 2,7% (año 2012), pero en la provincia de Alicante esta reducción llega hasta el 5% (año 2009), desde valores máximos. Esto puede tener diferentes significados. Uno de ellos está directamente relacionado con que parte de nuestra ciudadanía mejor preparada -colectivo de entre 20-24 años- y los de mayor experiencia (mayores de 55 años) estén abandonando la provincia de Alicante en busca de nuevas y mejores oportunidades. A juicio del presidente de INECA, “esta situación debe analizarse, afianzando los programas públicos para facilitar la recuperación del talento y mantenerlo. Pero también requiere un apoyo a las empresas, facilitando un entorno competitivo que permita una mayor y mejor contratación de personas adaptadas a sus necesidades productivas”.

El desempleo sigue siendo nuestra gran preocupación. Las altas tasas de paro que la provincia mantiene aún no nos permiten confiarnos. A pesar del descenso sostenido de estas tasas, lo hace con menor intensidad que la media española.

Profundizando en el bloque social del Informe de Coyuntura, se pone de manifiesto que la tasa de paro en la provincia de Alicante es del 15,6%, frente al 14,45% de la media nacional, y muy lejos del 8,5% del año 2006 en la provincia. Y lo más importante es que esta media no es uniforme, y que la provincia presenta desequilibrios con tasas de desempleo cercanas al 20%, o incluso por encima, en los entornos de Alicante, Elche, Elda o Alcoy, por ejemplo, son referencias claras para adoptar estrategias en materia de fomento y aumento de la empleabilidad.

En lo que respecta a la afiliación, las comarcas que mejor se han comportado son La Marina Alta, la Vega Baja y el Baix Vinalopó, con un crecimiento de más del 4% de afiliación. En el lado opuesto está El Comtat y Alto Vinalopó con un crecimiento inferior al 1%. Es destacable, en este sentido, el número de afiliados autónomos, que sigue creciendo en la provincia. 2018 cerró con 129.638 autónomos, un 3,6% más que el año anterior, cuando el crecimiento de la media nacional fue del 1,6%. Este dato puede obedecer, en parte, al fuerte espíritu emprendedor que existe en la provincia, pero también a la dificultad de acceder a un trabajo por cuenta ajena.

Por sectores, el sector turístico sigue manteniendo su posición destacada al frente de la economía alicantina, pero las pernoctaciones hoteleras no varían de forma sustancial de 2018 a 2017, y están marcando la misma tendencia durante 2019. En el campo del turismo residencial, seguimos siendo un territorio atractivo para la compraventa de viviendas. La venta de viviendas a no residentes sigue manteniéndose en buena situación. Observamos, en 2018, un crecimiento del 10,4%, cuando la media nacional es del 6%, y la provincia de Alicante representa el 19% del total de ventas en este apartado en España.

Las exportaciones de nuestros productos, siendo importantes, siguen ofreciendo una imagen ambigua. Desde que empezamos a analizar a fondo nuestro nivel de exportaciones con el resto de España, hemos comprobado que hemos descendido. Hemos pasado de tener un peso en el conjunto nacional del 2,2% hace tres años a un 1,69% al cierre de 2018. Crecemos, es verdad, pero menos que el conjunto. Nuestras ratios de exportación, cada año, resultan más bajos que el anterior, y consideramos que, con sectores económicos como el calzado, el agroalimentario, el textil, el juguete, la piedra natural, o por ejemplo el renovado sector del plástico y componentes, no podemos contentarnos con estas cifras. Máxime cuando disponemos de infraestructuras como nuestro aeropuerto y puerto para competir con otros territorios que se encuentran en desigualdad de condiciones.

Finanzas

El director de Estudios hace especial mención al hecho de la reducción de la deuda privada. “Hemos detectado un intenso ajuste del crédito del sector privado en el conjunto nacional, hasta el punto de que los depósitos superan al crédito, situación inédita en el siglo XXI. En el caso de la provincia de Alicante ese ajuste no es tan marcado, pero respecto al anterior trimestre ha supuesto una mejora considerable”.

Sin perjuicio de que el crédito es una herramienta necesaria al servicio del crecimiento y la inversión, vemos que los niveles de apalancamiento, de empresas y familias, siguen ajustándose. A juicio del presidente de INECA, este proceso no se está acompañando del lado del sector público, donde la espiral de la deuda no hace más que crecer, en un contexto en el que amenazas como la inestabilidad geopolítica y la ausencia de soluciones al reto demográfico, especialmente en España, nos hace más débiles ante cualquier eventualidad. Debilidad más acusada, si cabe, en el caso de la Comunitat Valenciana y la provincia de Alicante, donde sufrimos nuestro ya crónico problema de infrafinanciación”.

Infrafinanciación crónica

Rafael Ballester ha agregado que estas circunstancias, en la actualidad, están condicionando el nivel de las inversiones presupuestarias tanto a escala estatal como autonómica. Vemos que estos presupuestos públicos dedican cada vez más importe al servicio de la deuda, y menos al capítulo de inversiones. Pero a medio y largo plazo puede resultar muy perjudicial, y arrastrar negativamente al conjunto de la economía, a pesar de que empresas y familias “hayan hecho sus deberes”, en algunos casos dolorosamente. De ahí la urgencia inaplazable de poner solución al problema de la infrafinanciación crónica que lastra nuestro desarrollo. Finalmente, y teniendo en cuenta el escenario electoral en el que nos encontramos, queremos concluir con que es necesario adoptar y mantener estrategias que permitan poner en valor nuestra capacidad actual y potencial como territorio de referencia en innovación. La apuesta por la economía digital, apoyada en nuestros potentes parques científicos universitarios de Alicante y Elche, y en el cada vez más destacado entorno tecnológico-empresarial existente, debe formar parte de la estrategia presente y futura de la provincia de Alicante. Tenemos la fortuna, la fortaleza, de contar con unos sectores económicos de corte tradicional pero consolidados, algunos ya centenarios, muy diversificados territorialmente, pero ello no debe ser un impedimento para acometer su decidido proceso de modernización, ya en marcha con magníficos ejemplos. Antes al contrario, es una gran oportunidad al servicio del crecimiento, que permitirá retener y captar el mejor capital humano. Esta es nuestra responsabilidad.

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