Las cajas rurales ante el reto del sistema financiero
El presidente de Caja Rural Central Manuel Ruiz fue uno de los tres empresarios alicantinos que participó en el XIV Congreso de Directivos de España que, el pasado 21 de noviembre, se celebró en el Auditorio de la Diputación de Alicante. Manuel Ruiz intervino como ponente en la mesa sobre «Retos del sistema financiero al ecosistema empresarial español». El directivo alicantino y socio de INECA compartió escenario junto a José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España y máximo responsable de Freixenet; María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter y considerada como una de las mujeres más influyentes de España y Francisco Uría, socio principal de KPMG Abogados que participó como moderador.
Dentro del debate sobre el sector financiero, Ruiz abogó por una normativa que tenga en cuenta la proporción. Su petición vino respaldada por hechos y por una trayectoria en defensa de estas entidades que han sobrevivido a la crisis y que actuaron con un criterio de lógica antes de la crisis. Reproducimos un resumen de su intervención y sus aportaciones a este congreso organizado por el Cede y promovido por el Círculo de Economía de Alicante por su interés.
Sobre las claves de diferenciación frente a sus competidores durante la crisis, Manuel Ruiz apuntó a que el Grupo Caja Rural ha sobrevivido a la crisis financiera trabajando bajo un modelo de «entidades próximas y estrechamente vinculadas a nuestras zonas de actuación. Tenemos un modelo de negocio de banca minorista y tradicional basado en los criterios de prudencia que exige este negocio, procurando que nuestro crecimiento sea equilibrado, sobre todo con un gap adecuado entre depósitos e inversión, considerando que nuestra capitalización procede casi en exclusiva de las reservas obtenidas con nuestros resultados».
Ruiz señaló que las cajas rurales están especializados en el apoyo financiero y social a familias, pymes y micropymes e instituciones locales, muy próximos a ellos y comprometidos en potenciar el desarrollo económico, social y cultural de nuestros territorios. «Este binomio personas-territorios, y el no habernos alejado nunca de nuestro modelo de negocio tradicional, nos ha permitido competir en este sector sin que el tamaño sea un impedimento porque, a través del Grupo asociado tenemos una estructura en dos niveles, local y nacional, común a todo el Grupo, formada por BCE, RSI, RGA y otras asociadas, donde obtenemos las economías de escala necesarias y el acceso a los mercados nacionales e internacionales. Este conjunto ha dotado a las Cajas Rurales agrupadas en la AECR de gran capacidad de resistencia a los periodos de crisis como ponen de manifiesto los hechos hasta hoy, pues ninguna de las entidades ha recibido ayuda alguna por encontrarse en dificultades, que cuando han surgido hemos resuelto internamente».
Sobre el debate sobre el riesgo de exclusión financiera, el presidente de Caja Rural Central habló de los desequilibrios acumulados en la anterior etapa de expansión y como éstos «han obligado al sector bancario a realizar una profunda reestructuración que conlleva un ajuste drástico en la capacidad instalada. Dicho ajuste se ha traducido, entre otros factores, en una tremenda reducción de la red de sucursales empeorando la accesibilidad financiera, en muchos pueblos de España, en un intento de ajustar para reducir costes, mejorar la eficiencia y adecuar la capacidad instalada al nuevo escenario».
«También en el Sistema Financiero Español se ha producido en los últimos años una elevada concentración inexistente en el resto del mundo. La consecuencia más palpable de estos hechos es la exclusión financiera en zonas poco pobladas y también en pueblos con pocos habitantes dentro de zonas pobladas, con la consiguiente inquietud no solo de los poderes públicos sino también de los ciudadanos demandantes de servicios financieros».
Ruiz indicó que «hoy la banca cooperativa representa en torno al 22% del sector financiero en Europa, y del casi el 9% en depósitos y del 7% en créditos aproximadamente en España, y es un modelo de éxito reconocido por el mercado y los reguladores, que se caracteriza por ser entidades regionales o locales con fuerte arraigo y compromiso en sus zonas, asegurando la diversidad del sector financiero y su presencia en numerosos pueblos poco atractivos de España, apoyando a cooperativas, pymes, familias, socios, profesionales y autónomos intentando paliar la exclusión financiera con nuestro modelo de proximidad que no solo es un modelo social sino también un modelo de banca con gran arraigo territorial, conocimiento del mercado y compromiso con el desarrollo local, valores que pueden perderse y que las Cajas Rurales vamos a seguir luchando para evitarlo y que, curiosamente, con estos objetivos volvemos, más de un siglo después, a nuestros orígenes».
Sobre la regulación, Manuel Ruiz reivindicó el papel y los valores que han aportado las cajas rurales desde su existencia hace más de cien años. «Hemos pedido que se respete nuestra singularidad y que el marco regulatorio responda a dos criterios:
- La regulación debe respetar la actual diversidad de modelos y tamaños de las entidades bancarias puesto que dicha diversidad es la respuesta a las múltiples necesidades financieras de la economía real.
- Ser conscientes de la presencia de nuevos jugadores que compiten con nosotros amparándose en “nichos regulatorios” menos exigentes y, por lo tanto, con más libertad de actuación y con menos exigencias regulatorias».